Actualmente
las empresas han aprendido que no basta con ofrecer un buen producto, sino que
se debe ir más allá. Es por esto que se han implementado Sistemas de Gestión de
Calidad, que permitan analizar y evaluar cada uno de los procesos de una
empresa, con el fin de tomar medidas que garanticen el correcto funcionamiento
de la misma.
Un cliente
satisfecho es el mejor recurso con que una empresa puede contar, no solo porque
esto crea fidelización hacia la misma, sino también porque por medio de éste,
se pueden dar a conocer los productos o servicios de cualquier organización, es
decir, que es la mejor publicidad con que se pueda contar.
Cuando una
persona que actúa como cliente, percibe que ha sido atendida en un ambiente
cordial, que ha sido escuchada de manera atenta, que sus quejas o peticiones
han sido atendidas, pero sobretodo que han sido resueltas, es cuando se puede
decir que se ha dado un servicio al cliente, porque no se trata solo de vender
un producto o un servicio, se trata de lograr que el cliente satisfaga sus
necesidades y esto sin duda se da, con un producto de buena calidad y un
excelente servicio al cliente.
Sin
embargo, no se debe trabajar solamente en aras del cliente externo, aunque sea
una parte muy importante en el proceso, también se debe tener en cuenta el
cliente interno, es decir, los empleados quienes también deben ser motivados y
recompensados, de manera que se sientan comprometidos con la consecución de los
objetivos que la empresa se ha trazado.
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